Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro, decía Emily Dickinson. ¿Y si esa nave pudiera zarpar desde tu propio hogar? Descubre cómo elegir la butaca perfecta para evadirte gracias a la lectura. Para dedicarte un tiempo de reflexión, de aventura o de misterio.
No puedes embarcarte en este trayecto sin la luz adecuada. Lectura e iluminación, un apasionante dilema para los amantes de los libros. Siempre que puedas, disfruta de la luz natural, pero, cuando tu horario o el espacio del que dispones no te lo permita, ¿por qué no maridar tu butaca con una lámpara de pie o sobremesa?
El estilo y el diseño importan. A todos nos gusta pensar que nuestra casa refleja algo de cómo somos, de cómo nos sentimos y de cómo nos relacionamos con el mundo. Una butaca de lectura es por definición un mueble individual, con el que podemos sentir una gran conexión. El diseño es el medio que te ayudará a expresar tu personalidad y a conectar tu butaca con el resto de la casa.
Ni demasiado grande, ni demasiado pequeña: la compañera de viaje perfecta. Busca piezas que jueguen con los volúmenes y la creatividad a la hora de distribuir el peso y la estructura de tu butaca, de manera que el tamaño se adapte más fácilmente a cualquier espacio.
Refugiarse, relajarse, imaginar desde un lugar confortable y seguro: tu butaca favorita, con un tapizado elegido con mimo. El terciopelo, tradicionalmente asociado al lujo o a cierta extravagancia aristocrática, se convierte en un aliado perfecto en sus nuevas versiones y colores, que combinan con espacios minimalistas o modernos sin perder un ápice de evocadora calidez.
Perder la noción del tiempo en tu rincón de lectura es un sueño fácil de alcanzar si eliges una butaca realmente cómoda, que te acompañe fielmente en ese trayecto por mundos imaginarios o cotidianos. Un clásico que nunca deja de reinventarse es la butaca orejera, aliada de lecturas y tiempo de ocio, gracias a su respaldo más elevado, que protege el cuello, la cabeza y la espalda.
Nada representa mejor la relajación que ese momento en el que por fin puedes descansar las piernas y apoyarte en un reposapiés que haga juego con tu butaca, así que ¡ya lo sabes! no te olvides de este elemento fundamental en la creación de tu espacio personal.
Protagonista inolvidable de cuentos de todas las épocas, metáfora de la vuelta a casa, la mecedora es la alternativa infalible para dormir (y para adormecernos) a nuestros lectores más jóvenes, o para la lactancia.
Individual pero no solitaria: integra tu butaca con el sofá, creando el espacio para un club de lectura, un buen rato de conversación tras esa cena informal, o un café que se alarga. Puedes jugar con dos butacas y un sofá más reducido; o distribuirlas en distintos puntos de la habitación, y acercarlas al espacio central cuando la ocasión lo requiera. El reposapiés también puede unirse a la reunión, esta vez como asiento.
En Sófanum estaremos encantados de acompañarte en este viaje, adaptando y personalizando nuestros diseños a tus gustos. ¡Cuéntanos!